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Ofrecemos visitas guiadas para recorrer el recinto amurallado de Palma del Río. Es una forma gratuita de descubrir los lugares y la historia de uno de los recintos amurallados mejor cuidados de Andalucía. Te esperamos a las 10 de la mañana en la Oficina de Turismo de Palma del Río.
Ven a disfrutar de la variedad de sus paisajes. Encontrarás información sobre sus rutas para descubrir nuestro pueblo eligiendo el senderismo o las rutas en bicicleta. Algunas de estas rutas, te ofrecen visitar los «Pagos de Huerta» si lo deseas. Por ello, si lo necesitas, la Oficina de Turismo dispone de un servicio de alquiler de bicicletas por sólo 2 euros al día.
Palma del Río te ofrece varios museos. Puedes ver la Colección de variedades en La Alcazaba, donde hay más de cuarenta variedades de cítricos o visitar el Museo Municipal y la Casa-Museo Manuel Benítez «El Cordobés».
Santuario de la Virgen de Araceli – 2 (Lucena – Córdoba)
El Teatro Coliseo está formado por 787 butacas en uno de los mejores lugares para promover la cultura en Palma del Río. Fue inaugurado en 2001 cuando se celebró la 18ª edición de la feria de teatro del sur. El Teatro Coliseo ofrece actividades culturales como espectáculos, teatros, películas o animados conciertos musicales.
El segundo puente sobre el río Guadalquivir se considera un símbolo modernista de nuestra ciudad y también un desarrollo económico creciente en los últimos años. Este nuevo puente fue inaugurado en enero de 2018 conectando la carretera A-431 (Palma del Río a Córdoba) con la A-453 (Palma del Río a Écija) esto soluciona el problema de tráfico en el conocido «Puente de Hierro» debido a sus limitaciones de anchura y peso.
Ramírez de las Casas-Dezas escribió en 1842 «hay una alameda y una avenida desde el pueblo hasta el límite del río Genil con calles de tres líneas formadas por álamos negros. Una de estas tres calles (la del medio) fue plantada hacia 1760 y las otras en 1829».
Está situado cerca de la Ermita de Belén y es uno de los miradores más privilegiados al Valle del Guadalquivir y de los puentes que cruzan el río. Es una vista maravillosa para ver la hermosa ciudad rodeada de dos importantes ríos y plantaciones de naranjos.
Llamada a todos los coches: El crimen contra el tiempo / Una buena vuelta merece
El anfiteatro romano de Tarragona destaca no sólo por su posición con vistas a las aguas azules del mar Balear, sino también por el hecho de que gran parte del mismo fue tallado in situ en el lecho de roca existente. La estructura mide 1,2 metros por 1,2 metros y, en el momento de su finalización, a principios del siglo II de nuestra era, cuando la ciudad era conocida como Tárraco, podía albergar a un público de unas 12.000 personas. En sus primeros años, el anfiteatro fue escenario de la habitual variedad de crueles espectáculos romanos, y fue renovado durante el reinado del emperador romano Heliogábalo (204-222).
Heliogábalo se hizo un buen nombre, pero por poco tiempo. Según el historiador Edward Gibbon, «se abandonó a los placeres más groseros y a la furia incontrolada» y fue asesinado a la edad de 18 años. Su reputación era tan negra que se le aplicó la damnatio memoriae, es decir, la eliminación de toda referencia a su existencia en los registros históricos. (El hecho de que tal práctica tuviera un nombre reconocido nos dice mucho sobre la época). Sin embargo, los arqueólogos han descubierto rastros de su memoria en la inscripción que celebra la renovación del anfiteatro. Al parecer, encontraron letras clave en fragmentos de mármol dispersos, lo que les permitió reconstruir lo que habría sido una referencia al odiado emperador.
Molino del Molinillo (Sta. Mª de Trassierra – Córdoba)
A lo largo de los años, Palma de Mallorca se ha convertido en uno de nuestros destinos favoritos, y hemos tenido la suerte de poder probarla tan a menudo como lo hemos hecho. El blog de esta semana está extraído de los artículos que escribí sobre Mallorca y Cataluña para Boise Journal y Art Patron, ambos tristemente desaparecidos.
La mayor parte de Palma nos pareció anodina cuando la visitamos por primera vez en 2003. Mientras paseábamos por sus calles, descubrimos que su casco antiguo podía presumir de unas cuantas joyas arquitectónicas modernistas, pero lo mejor estaba por llegar, ya que el gerente de nuestro agradablemente deteriorado hostal español nos dio permiso para disfrutar de la azotea del edificio. Tras subir un tramo tras otro de vertiginosas escaleras, nos encontramos en el exterior, frente a la gran fachada de la Catedral de Santa María de la ciudad. Construida en arenisca amarilla a lo largo de varios siglos y terminada en 1601, la estructura es una de las mayores catedrales de Europa y parecía llenar la mitad del cielo, incluso desde varias manzanas de distancia. A medida que el sol se ponía lentamente detrás de nosotros, su piedra ornamentada se desvanecía desde el bronceado, pasando por el rosa, hasta el violeta; la famosa catedral de Monet, pensamos, no tenía nada que ver con la «nuestra».
